La Fiscalía de Brasil presentó una acusación formal contra el expresidente Jair Bolsonaro y otros 32 implicados por su presunta participación en un intento de golpe de Estado tras las elecciones de 2022.
Según la denuncia del fiscal general Paulo Gonet, Bolsonaro habría liderado una organización criminal con el objetivo de impedir la toma de posesión de Luiz Inácio Lula da Silva, considerando incluso la detención de jueces y legisladores.
La investigación recoge grabaciones y testimonios que indican que el exmandatario intentó usar mecanismos legales como la Garantía de la Ley y el Orden (GLO) y el Estado de Sitio para anular los comicios.
El caso ha sido remitido al Tribunal Supremo, que evaluará si abre un juicio contra Bolsonaro y su entorno. En el expediente se detalla cómo el exmandatario promovió la desinformación sobre el sistema electoral y buscó apoyo dentro de las Fuerzas Armadas para ejecutar su plan.
Testimonios de excomandantes militares revelan que Bolsonaro encontró resistencia dentro de las filas castrenses, con algunos oficiales amenazándolo con arrestarlo si avanzaba con su estrategia. A pesar de las pruebas en su contra, el exmandatario ha negado los cargos y se ha declarado víctima de persecución política.
Horas antes de conocerse la acusación, Bolsonaro aseguró a la prensa que no está preocupado por la posibilidad de ser inculpado. Su visita al Senado este martes refuerza su estrategia de defensa, centrada en impulsar una ley de Amnistía para los condenados por el ataque a las sedes del poder en Brasilia en enero de 2023, donde casi 400 personas han sido sentenciadas.
La decisión final ahora recae en la Corte Suprema, que determinará si Bolsonaro y su equipo enfrentan un juicio por estos hechos que marcaron la crisis política brasileña tras las elecciones de 2022.