Rio de Janeiro, Brasil, es una ciudad sumamente peligrosa. Gastón Burlón, el exsecretario de Turismo de San Carlos de Bariloche, la ciudad patagónica argentina, pelea por su vida tras haber sido baleado por la tarde Rio, adonde había llegado con su familia de vacaciones.
El vehículo en el que Burlón regresaba con su mujer e hijos de una excursión al Cristo Redentor terminó en las angostas callejuelas de la favela Morro dos Prazeres, se cree que por un error del sistema de GPS, y los delincuentes que dominan la zona intentaron detenerlos a tiros, obviamente para asaltarlos: el empresario, alcanzado en el pecho y la cabeza, fue operado de urgencia y su estado es extremadamente grave. Su pareja y los dos hijos resultaron ilesos.
Sucedió en el barrio Santa Tereza, una zona de Rio de Janeiro, manejada por el denominado “Comando Vermelho”, una de las bandas criminales más peligrosas de Brasil. Burlón estaba con su pareja, Nadia Loza, secretaria de Turismo de Salta, y sus dos hijos, cuando se encontró con una Volkswagen Taos en el peor lugar: el GPS lo había guiado a una favela (barrio pobre y delictivo), donde se hallaron con varios delincuentes que les disparaban para que se detuvieran.
Al ser baleado, Burlón perdió el control del vehículo y chocó contra una pared. Poco después llegaron efectivos de la Policía Militar y fue trasladado al Hospital Municipal Souza Aguiar, donde fue operado. Tras la intervención, médicos de la institución revelaron que el exfuncionario se encuentra grave.
Según el reporte policial, difundido por O Globo: “El herido fue sorprendido por disparos de delincuentes armados cuando ingresaba por error a uno de los locales de Río Comprido». Hasta el momento, los responsables no fueron capturados.
Burlón fue secretario de Turismo de Bariloche durante la gestión del exintendente Gustavo Gennuso, y hace casi un año asumió la presidencia de la Cámara Argentina de Turismo Estudiantil, ya que esta ciudad de la provincia de Río Negro es la mayor receptora de adolescentes que la visitan como festejo de fin de curso.
En el verano de 2017, en la misma zona de la Santa Tereza, un error similar de GPS llevó a otra pareja argentina a encontrarse también en una situación de vida o muerte, baleados por narcotraficantes.
En aquella ocasión resultó gravemente herida Natalia Lorena Cappetti, de 42 años, quien acompañaba a su esposo, quien siguiendo las indicaciones del sistema satelital terminó dirigiéndose a la peligrosa favela dominada por los narcos.
La bella Rio de Janeiro, lamentablemente, está cada vez más insegura. El 18 y 19 de noviembre pasado, se celebró allí una nueva cumbre del G20. Conociendo el historial delictivo de la zona, el presidente Lula Da Silva había solicitado presencia policial, tanques de guerra y soldados uniformados que circularon entre automóviles y peatones. Fue en la playa de Botafogo, unos de los lugares más turísticos de Brasil.
Es que el pasado 24 de octubre, la Avenida Brasil, la principal arteria que conecta el centro de Rio con el aeropuerto internacional, tuvo que ser cerrada al tráfico por un intenso tiroteo que causó tres muertos y tres heridos. Según los residentes, “se vive un clima de guerra” en la zona. Una semana antes, nueve colectivos habían sido secuestrados por delincuentes y utilizados como barricadas durante otro operativo de la Policía en favelas.
Los fanáticos de los equipos de fútbol de otros países que van a Rio para ver partidos por las copas Libertadores o Sudamericana sistemáticamente sufren agresiones y robos, con el complicado agregado de que la policía local los reprime a mansalva sin proceder de la misma manera con los violentos cariocas.
Fuente: Diario Perfil