El exsecretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti, publicó una lista en su cuenta de X (antes Twitter) con los nombres y fotos de los senadores peronistas que apoyaron la ley de Bases, votada este miércoles en el marco de una gran tensión política y represión policial, o el polémico artículo del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI). Una de las senadoras aludidas salió responderle: lo trató de «colonizado mental».
Mientras tanto, el senador de la provincia de Buenos Aires Sergio Berni cuestionó a sus pares nacionales Carlos “Camau” Espínola y Edgardo Kueider por haber votado a favor de la Ley Bases. «A los tibios los vomita Dios», los atacó en un video que publicó en sus redes.
El entrerriano Kueider y el correntino Espínola votaron a favor de la ley de Bases. El RIGI fue acompañado por tres senadores kirchneristas: Guillermo Andrada (Catamarca), Carolina Moisés (Jujuy) y Sandra Mendoza (Mendoza). Así, el oficialismo alcanzó los 38 votos positivos. De la mayoría que había consolidado el oficialismo, con 36 voluntades, no acompañó en este punto el senador Edgardo Kueider (Entre Ríos). En este contexto, la minoría quedó con 32 votos negativos.
“Ya que en mi patria hay muchas personas que pusieron el patrimonio más grande que tiene un ser humano, la propia vida, a disposición de una sociedad mejor, es importante que se sepa quiénes son los senadores/as que llegaron en nombre del peronismo y se vendieron por 4 pesos con 50. Que nos expliquen a cambio de qué entregaron el futuro de la patria”, exigió Pietragalla Corti en su hilo.
Con negociaciones a última hora, el Gobierno tuvo que realizar modificaciones al RIGI con el fin de lograr su aprobación en el recinto. El régimen quedó acotado a los sectores agroforestal, infraestructura, minería, energía y tecnología. Además, se introdujo un piso de contratación de proveedores locales del 20% de la totalidad del monto de la inversión.
La ley de Bases obtuvo la aprobación del Senado, por lo que deberá volver a la Cámara de Diputados para que las modificaciones propuestas sean ratificadas o rechazadas, con lo que se volvería al proyecto original, si el Ejecutivo logra una mayoría simple que le avale volver atrás.