El desastre del fentanilo contaminado de HLB Pharma se acerca al centenar de muertos, en una trama en la que se mezclan acusaciones, desidia, falta de controles y hasta hay quienes acusan al juez Ernesto Kreplak de no avanzar con celeridad con la investigación, ya que el caso tiene hasta el momento 97 víctimas fatales y no hay ni un solo detenido.
Una exempleada de HLB Pharma aseguró este domingo que “todos sabían que ese lote de fentanilo había dado positivo”, a la vez que reveló además numerosas irregularidades que se vivían a diario en el laboratorio de Ariel García Furfaro.
“Ese lote de fentanilo todos sabían dentro del laboratorio que había dado positivo; la duda desde la jefatura de microbiología siempre fue que el error es el analista porque el análisis se hace en una cabina donde debería ingresar el analista completamente estéril y realizar los movimientos mas cuidadosos posible para que no ingresen bacterias”, señaló.
En diálogo con Código Dolabjian, programa de Radio Rivadavia que conduce la periodista Camila Dolabjian, la exempleada del laboratorio de Ariel García Furfaro precisó que «ese análisis (del fentanilo) pasó por todos los analistas; nunca se hicieron análisis de las bacterias que daban positivo. Nunca se esperaba la cuarentena legal que es hasta que se termine el último análisis no sacarlo a circular; eso no sucedía y se despachaba”.
Según su testimonio, todos dentro del laboratorio sabían que el lote de fentanilo que terminó provocando una tragedia había dado positivo de contaminación: “Lo sabían los analistas de microbiología, la jefa de microbiología, la cual había comunicado a la gerenta de calidad y el lote había salido exactamente igual”.
Además, aseguró que el laboratorio, que fabricaba inyectables de pequeño y gran volumen, incluyendo drogas de alto riesgo como ese fentanilo, no solo operó con una total ausencia de trazabilidad, sino que «se contrataba gente específicamente para completar planillas de análisis microbiológicos que no existían”.
También dijo que los registros «se falseaban manualmente y que la higiene era deficiente» y mencionó que los filtros utilizados para esterilizar las drogas «se reutilizaban y se lavaban sin esperar los resultados de los controles».
“Esos filtros se reutilizan y se lavan … no se esperan los resultados y ya se conecta toda la línea”, denunció la mujer en el programa de Rivadavia, describiendo como habitual una práctica que ponía en riesgo la salud de los pacientes.
Definió las condiciones ambientales de trabajo como «precarias» y que, a pesar de que se producían drogas que requerían un control exhaustivo, el laboratorio no contaba con la ventilación y la temperatura adecuadas. “En pleno verano los chicos entraban en ropa interior a veces y con las puertas abiertas del calor que hacía, no podían aguantarlo”, expresó.
El papel de la ANMAT en la tragedia
La falta de controles a HLB Pharma ha puesto el papel de la ANMAT en el centro del escándalo, y en su testimonio radial la exempleada del laboratorio cuestionado precisó que “nosotros sabíamos con anticipación qué lotes se iban a auditar, entonces se preparaban los papeles”, y añadió que se contrataba a «personal exclusivamente para acomodar papeles y dibujar los números que los auditores iban a pedir», evitando que se descubrieran en consecuencia los “desvíos” en el proceso de producción.
Además, contó que los registros de los análisis que daban positivo «se escribían en cuadernos separados o en borradores, y nunca se identificaba la bacteria». La droga contaminada se despachaba de manera automática, sin respetar la cuarentena legal requerida.
Fuente: Perfil