Este miércoles 24 de septiembre, los feligreses de República Dominicana se visten de fervor religioso y tradición, para conmemorar el Día de Nuestra Señora de las Mercedes, proclamada por los padres de la Patria como Patrona del pueblo dominicano en 1844, poco después de la Independencia Nacional.
La jornada, que mezcla devoción mariana, cultura popular y expresiones de identidad nacional, convoca cada año a miles de creyentes en santuarios y parroquias de todo el país, siendo el cerro de La Virgen, en Santo Cerro, La Vega, uno de los principales epicentros de la celebración.
La figura de Nuestra Señora de las Mercedes está profundamente ligada a la historia nacional, pues según la tradición, desde el Santo Cerro en La Vega la virgen intercedió en favor de los españoles durante la batalla contra los indígenas liderados por Enriquillo, consolidando así su culto en el territorio.
Devoción popular
Desde las montañas del Cibao hasta el sur profundo, los feligreses expresan con fervor su apego a esta advocación mariana.
El Día de Las Mercedes, además de fiesta religiosa, es una celebración nacional que reafirma la identidad de los dominicanos que se congregan en la iglesia católica, une a las familias y refuerza los valores de esperanza y solidaridad que caracterizan al pueblo.
Desde tempranas horas, familias enteras se desplazan hacia templos y santuarios con velas, rosarios y promesas cumplidas. La iglesia católica, como es costumbre, encabeza las celebraciones oficiales con misas solemnes, procesiones y reflexiones que este año han estado marcadas por llamados a la unidad, la paz y la justicia social en medio de las tensiones sociales y económicas que atraviesa el país.
Tradición y futuro
El Día de Las Mercedes no solo es un acto religioso, sino también cultural y social. En pueblos del interior se mezclan las misas con música típica, procesiones con danzas folklóricas y encuentros comunitarios que refuerzan el sentido de pertenencia.
Sin embargo, expertos en sociología de la religión destacan que la celebración también plantea el desafío de mantener viva la tradición en las nuevas generaciones, muchas de las cuales participan más como manifestación cultural que como acto de fe.
En cualquier caso, el 24 de septiembre sigue siendo una jornada que recuerda a los dominicanos la importancia de su fe y su historia. En medio de los debates actuales sobre valores, identidad y futuro, la Virgen de Las Mercedes permanece como símbolo de unión, protección y esperanza para todo el pueblo.