El empresario Elon Musk se encuentra en plena negociación con un país asiático para la instalación de una nueva planta Tesla con una inversión potencial que podría alcanzar los US$3000 millones. Esta expansión coincide con la reciente reducción de aranceles sobre vehículos eléctricos importados en la India, una medida que busca fomentar la fabricación local en los próximos tres años, según informó Financial Times.
La relación entre Tesla y la India se había consolidado desde el año pasado, cuando el primer ministro, Narendra Modi, se reunió con Musk para discutir la posible instalación de una planta en el país asiático. Desde un primer momento, el magnate expresó cierto compromiso con la expansión de la compañía, resaltando la importancia de facilitar el entorno regulatorio y comercial para la empresa
La reciente reducción arancelaria fue uno de los hitos solicitados por Tesla, que ahora ve en la India un destino prometedor para sus operaciones. La empresa tiene la mira puesta en estados como Maharashtra, Gujarat y Tamil Nadu, reconocidos como centros neurálgicos de la industria automotriz en la región
Además de su infraestructura industrial establecida, estas regiones cuentan con ciudades portuarias que facilitarían la exportación de los vehículos producidos. Según informa Financial Times, la planta en la India estaría orientada a la fabricación de una versión más asequible de los vehículos eléctricos de Tesla, con un precio estimado alrededor de los US$30.000.