El pasado 14 de febrero, se inició una fuerte polémica a raíz de que el presidente de la Argentina, Javier Milei, compartió el “Viva la Libertad Project”, asociado al token $LIBRA, lo que generó que muchos se involucrasen e inviertieran en ella.
Esta promoción elevó su capitalización de mercado a 4.000 millones de dólares, pero, poco después, el valor de la criptomoneda se desplomó, lo que perjudicó a sus inversionistas.
Ante el escándalo, Milei eliminó sus publicaciones y argumentó que “no estaba interiorizado de los pormenores del proyecto” y negó su vinculación.
También comenzaron a conocerse los nombres de empresas como KIP Protocol y Kelsier Ventures, y de empresarios como Mauricio Novelli, Manuel Terrones Godoy, Julian Peh y Hayden Mark Davis, que formarían parte del equipo que impulsó la criptomoneda.
Así, y frente a más de cien denuncias, tanto la Justicia argentina como la estadounidense comenzaron a investigar lo sucedido y determinar la posible estafa y responsabilidades gubernamentales, y analizar movimientos financieros.
El hecho impactó de lleno en el Gobierno Nacional, ya que se iniciaron múltiples debates en el ámbito político y financiero, y hasta en redes sociales.
Fuente: Filo News