El asesoramiento de ChatGPT lleva a una empresa estadounidense a construir una fábrica en Tamboril, RD

World Emblem, uno de los mayores fabricantes mundiales de parches bordados y emblemas personalizados, inauguró ayer la construcción de una nueva fábrica en la Zona Franca de Tamboril, en Santiago. El director ejecutivo de la compañía, Randy Carr, afirma que la decisión de invertir en la República Dominicana surgió de una simple recomendación de una fuente inesperada: ChatGPT.

En declaraciones a Diario Libre, Carr explicó que la empresa buscaba reubicarse en un país con aranceles favorables y cercano a Estados Unidos. Esto ocurrió después de que Estados Unidos comenzara a aumentar las barreras comerciales con China, donde World Emblem actualmente produce hasta el 30% de sus productos y enfrenta aranceles de aproximadamente el 30%.

“Cuando el gobierno estadounidense empezó a cambiar sus políticas comerciales en enero, lo primero que hicimos fue entrar al chat y preguntar qué necesitábamos para nuestro tipo de entorno y nuestro tipo de negocio. La República Dominicana y otros dos países fueron los mencionados”, dijo.

Una fuerza laboral estable y una comunidad solidaria

La decisión de Carr de trasladar parte de su producción a la isla caribeña fue reportada por primera vez por CNN en junio y rápidamente se viralizó. Carr afirmó que la ubicación ideal de su empresa requería una fuerza laboral estable, buena infraestructura, libre comercio con Estados Unidos, puertos limpios y sin problemas portuarios, y un gobierno transparente interesado en trabajar con Estados Unidos.

Comentó que, tras visitar el país y conocer a su gente, se dio cuenta rápidamente de que era una gran oportunidad. «Todo se redujo a la gente. Todos aquí han sido increíblemente hospitalarios, muy acogedores», dijo Carr cuando se le preguntó qué lo motivó a tomar una decisión tan rápida. También destacó la ayuda que recibió de Claudia Pellerano, presidenta de la Asociación Dominicana de Zonas Francas (ADOZONA), para desenvolverse en el mercado.

Carr explicó que, si bien la mudanza fue más costosa, el modelo de zona franca resultó atractivo debido a los beneficios que ofrece a los empleados, como transporte, servicios médicos in situ y altos niveles de seguridad. Se espera que la nueva planta de 9.300 metros cuadrados entre en funcionamiento a finales de este año, transfiriendo entre el 30 % y el 35 % de la capacidad de fabricación de la empresa al país. El proyecto también generará aproximadamente 500 empleos directos, lo que tendrá un impacto positivo significativo en la economía de la región norte y contribuirá al crecimiento del sector de zonas francas.

Fuente: Dominican Today

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