Dos populares youtubers, Matthew Perkins, del canal DIY Perks, y Arun Maina, de MrWhoseTheBoss, fabricaron una réplica funcional cien veces más grande que un iPhone 15 Pro Max. El resultado, de más de dos metros de altura y 200 kilos de peso, no solo fue un experimento tecnológico, sino que también les valió un lugar en los Guinness World Records al crear un teléfono completamente funcional, que recrea muchas de las características originales del dispositivo, aunque con algunos ajustes y mejoras.
Para comenzar, tomaron como base un televisor LG Signature OLED de 88 pulgadas, el cual sería transformado en la pantalla táctil del iPhone. Este televisor de 8K, cuyo valor ronda los 15.000 euros, fue modificado utilizando una lámina táctil de gran tamaño, diseñada específicamente para este proyecto. La lámina fue fijada al televisor con un pegamento epoxi UV transparente, lo que permitió que el dispositivo pudiera responder a los toques, imitando la funcionalidad de un smartphone convencional.
Para recrear el resto de los componentes del iPhone, los youtubers tuvieron que diseñar versiones de gran tamaño de los altavoces, botones de volumen, botón de encendido y, quizás lo más complicado, la cámara de tres lentes que caracteriza al iPhone 15 Pro Max. Para lograr esto, optaron por cámaras de alto rendimiento que imitan las capacidades fotográficas del dispositivo original, incluida la función de zoom óptico.
El marco del iPhone fue construido con aluminio y diseñado para ser resistente y duradero. Además, incluye un soporte cruzado en el centro para permitir que el teléfono sea girado sin que su peso causara problemas.
Si bien lograron replicar casi todos los componentes físicos del iPhone, hubo un elemento que no pudieron recrear: el sistema operativo iOS. Debido a que Apple no permite que su software se instale fuera de su ecosistema cerrado, los creadores tuvieron que buscar una alternativa. Optaron por utilizar Bliss OS, una versión de Android que se puede personalizar para imitar la apariencia y sensación del sistema operativo iOS.
Con Bliss OS, pudieron recrear la interfaz del iPhone, incluyendo la pantalla de inicio y la experiencia de usuario, haciendo que el dispositivo se asemejara lo más posible a un iPhone. Además, Bliss OS permitió algo que los iPhones actuales no pueden hacer: instalar el juego Flappy Bird, que había sido retirado de la tienda de aplicaciones de Apple hace casi una década. Esta curiosidad fue una de las ventajas de usar Android, junto con la capacidad de personalizar aún más el software para ajustarlo a las necesidades del proyecto.
El teléfono gigante demostró ser capaz de hacer videollamadas, enviar correos electrónicos, hacer pagos mediante tap-to-pay, y, por supuesto, tomar fotografías y selfies con sus cámaras de alta gama.
Para que encendiera y funcionara, se utilizaron baterías Anker Solid de 7.680 Wh, cuyo costo supera los 3.000 dólares. Estas baterías permitieron que el dispositivo fuera autónomo y no necesitara estar conectado constantemente a una fuente de energía.
Fuente: Infobae