Día Mundial del Correo: siglos uniendo personas

Por Néstor Saavedra

En 1985 fui a trabajar unos días a la Costa Atántica, a unos 350 kilómetros de mi casa. Y me enamoré. No del mar, que siempre fue muy bello, sino de una señorita, que lo era en ese momento para mí.

Tímido y dubitativo, esperé regresar a mi casa hasta que el corazón no pudo más y dos minutos después le manifesté mi amor juvenil. ¿Por WhatsApp? ¿Facebook? ¿Instagram? No existían. Ah, ¿un mail? Tampoco. Pero teléfono ya había desde hacía años. Sí, pero ni ella ni yo éramos felices poseedores de un servicio que tardaban unos 15 años en instalártelo, con suerte, en Argentina.

Conclusión: le mandé una hermosa carta por correo. Siete días tardó en llegar. Un día se tomó ella para pensar mi ofrecimiento amoroso. Me respondió por carta, obviamente. Siete días más. Con la velocidad de un rayo en dos semanas me enteré de su decisión.

Este relato va dirigido a los que nos desesperamos cuando escribimos un WhatsApp y queda una sola tilde, como diciéndonos «espérate». De golpe aparecen dos, pero no se azulean. La tensión aumenta. Sospechamos que nos odia y hasta borramos lo escrito.

También va dirigido a agradecer al correo, pues desde hace más de dos siglos sigue sirviendo para unir personas, porque no solo traslada pensamientos y afectos sino también regalos y provisiones, lo cual también es unir personas.

Con el devenir del tiempo, el correo tomó otras formas en los couriers y empresas de paquetería, que cumplen esa misma función aglutinante, comunicadora, feliz. Trabajan con lluvia, sol, frío, calor, viento, tormenta. Trabajan en un contexto de problemas políticos, económicos, de transporte, sociológicos y sicológicos. Llegan a la casa de al lado, para una formalidad o sorpresa, pero también a ese rincón donde apenas los pájaros se atreven.

Hoy se celebra el Día Mundial del Correo, porque el 9 de octubre de 1874, en Berna, Suiza, se estableció la Unión Postal Universal (UPU). Fue declarado como tal por el Congreso de la UPU celebrado en Tokio, Japón, en 1969. Desde entonces, los correos de muchos países utilizan el evento para presentar o promover nuevos productos y servicios postales. Yo lo uso para agradecer por este servicio fundamental para el funcionamiento del mundo.

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