El riesgo de los «día mundial» y «día internacional» es que nos lleven la mente a otros lugares, tal vez, muy lejos de República Dominicana: las megaurbes que consumen mucha energía no renovable, como San Pablo; la tala de bosques originales, como sucede en Amazonas; la contaminación del aire, como México… Pero, ¿cómo estamos enfrentando esa crisis en nuestro país, en nuestra provincia, en nuestro barrio, en nuestra casa? El orden debería ser inverso, porque lo que no se cuida puertas adentro, jamás se cuidará puertas afuera.
Naciones Unidas instituyó el Día Internacional contra el Cambio Climático, que es celebrado cada 24 de octubre. La meta de este día es que la población haga conciencia de la necesidad de mitigar las catastróficas consecuencias del cambio climático en el mundo. Es tiempo de cambiar nuestros hábitos por otros que causen una menor contaminación, que sean menos dañinos y que su efecto en el planeta colabore a detener la crisis climática.
Actualmente ya nos enfrentamos a los efectos ocasionados por el cambio climático, tal como las alteraciones en el clima, el incremento del nivel del mar y la multiplicación de cambios climáticos extremos, por mencionar algunos.
Esta preocupante situación está siendo agravada por las actividades humanas. Cuando se elevan los niveles de contaminación en el planeta igualmente se aceleran los parámetros climáticos globales. Es por lo anteriormente mencionado, que es una prioridad el realizar acciones para ayudar a solucionar esta situación.
Es fundamental ante esta problemática que millones de personas tomen conciencia sobre las consecuencias que ocasiona el cambio climático en el planeta y sobre lo peligrosas que estas consecuencias son, para que puedan tomar acción. Todos y cada uno de nosotros puede aportar su granito de arena para conseguir cuidar y resguardar nuestra naturaleza.
Recuerda: se empieza en casa. No tirar un papel fuera del cesto, no derrochar el agua dejando un grifo abierto, no dejar el carro encendido innecesariamente. No esperes que haga el Estado lo que tú tienes que hacer. Aunque también el Estado debería hacer muchísimas cosas más para cuidar el ambiente, como, por caso, solucionar el tema de los tapones.