El próximo debate presidencial entre Kamala Harris y Donald Trump promete ser un evento crucial en la contienda electoral de Estados Unidos. Por primera vez, Harris, candidata demócrata, se enfrentará al expresidente republicano Trump, generando una gran expectativa sobre cómo se desempeñarán en el escenario.
Dada la reñida batalla electoral, con encuestas que muestran a ambos candidatos empatados, el debate podría influir significativamente en las percepciones de los votantes, especialmente en estados clave.
El debate será transmitido en horario de máxima audiencia por ABC News y contará con preguntas incisivas que buscarán poner a prueba las posturas de ambos candidatos.
A lo largo de la historia, los debates presidenciales han jugado un papel importante en moldear la opinión pública, aunque su capacidad para cambiar radicalmente el curso de una campaña es debatida entre expertos.
Lo que sí está claro es que, con decenas de millones de personas viendo en vivo, cualquier error o acierto de los candidatos podría tener un impacto considerable.
Con el retiro de Joe Biden en julio, Harris ha tomado el lugar como principal representante del Partido Demócrata, mientras que Trump busca recuperar la Casa Blanca con un fuerte apoyo de su base republicana.
Este debate será una oportunidad única para que los votantes indecisos comparen directamente las propuestas y estilos de liderazgo de ambos candidatos, y podría ser un factor decisivo en las elecciones de noviembre.