De película: por un detalle descubieron un túnel casi perfecto para robar un banco en Argentina

La realidad supera a la ficción. Una varilla metálica sobresalía entre los adoquines de una calle en San Isidro, barrio del Gran Buenos Aires, en Argentina. Para poder estacionar, un camión recaudador de caudales la había cortado pero el pedazo saliente tocaba la parte inferior de una camioneta de reparto que también, luego, quiso aparcarse.

El extraño ruido metálico llamó la atención del chofer que, ante el hallazgo, se lo comentó a personal de seguridad del Banco Macro que, a su vez, lo comunicó a la comisaría del lugar. Lo que descubrieron fue increíble.

El municipio envió una inspección que constató que, como la varilla había sido cortada, había que excavar con máquinas para determinar el origen. Tuvieron que romper la capa de adoquín, una carpeta de 60 centímetros de cemento, más otro metro de tierra. Finalmente, llegaron al espacio subterráneo.

Allí el hallazgo: un túnel de unos 150 metros de largo que comenzaba en un taller mecánico en desuso. No vaya a creer que era así no más: la obra de los hampones contaba con paredes encofradas para evitar derrumbes y un sistema de ventilación, además de tendido eléctrico y hasta colchones para dormir. Se calcula que por lo menos tardaron medio año en hacerlo.

Por el momento, la causa no cuenta con ningún detenido o sospechoso por el hecho. En este sentido, se espera que las cámaras de esa zona pudieran haber captado el momento en el que el o los responsables comenzaron a trabajar en el conducto subterráneo. Lo que resulta evidente es que no se trata de ladrones comunes sino de amplio conocimiento en construcción, quizá arquitectos o ingenieros, eso sí, con una gran avidez porque en algunos lugares de las paredes del túnel había varios signos de pesos ($) escritos con tiza.

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