La convocatoria a una marcha protesta a iniciarse en las primeras horas del miércoles está generando gran tensión y expectativas en las poblaciones de Cotuí y Maimón.
La manifestación busca expresar solidaridad con más de 600 familias que serán reubicadas desde las cercanías de la mina de oro y plata hacia otra área de Sánchez Ramírez.
El proceso de reubicación de los residentes de comunidades como El Naranjo, El Higo, Las Tres Bocas, El Rayo, Arroyo Vuelta, entre otras, fue discutido hace más de dos años entre representantes de las localidades y la minera Barrick Pueblo Viejo. Aunque inicialmente los acuerdos avanzaban favorablemente, surgieron complicaciones relacionadas con las evaluaciones de los precios de los terrenos y plantaciones de cacao y otros cultivos agrícolas.
A lo largo de 2024, se han llevado a cabo piquetes, vigilias, viacrucis y protestas esporádicas en las inmediaciones de la mina. Los ánimos se caldearon a mediados de este mes, cuando los campesinos bloquearon el paso de vehículos que, según afirman, transportaban a técnicos de la empresa canadiense para realizar estudios y evaluaciones en el área donde sería construida una nueva presa de cola.
Como resultado de las protestas, la Policía dispersó a los manifestantes con disparos y bombas lacrimógenas, dejando un saldo de varios heridos, incluyendo un sacerdote católico.
La marcha protesta
Los organizadores de la nueva jornada de apoyo a las familias afectadas iniciarán la protesta a las 6:00 de la mañana simultáneamente en Cotuí y Maimón.
Los participantes, tanto a pie como en vehículos, se dirigirán hacia la entrada de la minera Barrick Pueblo Viejo, donde se concentrarán alrededor de las 9:00 de la mañana. En ese lugar, los activistas leerán un documento y entregarán una copia a los representantes de la compañía minera, expresando su posición sobre el conflicto.
Según Oscar Pérez (Tatalle) y Agripina Camacho, líderes de los grupos populares de Cotuí, las comunidades de Zambrana no están solas. Ambos afirmaron que esta marcha marca el inicio de un programa de actividades que podría culminar en un paro general en todos los pueblos del Cibao, con el objetivo de evitar que las familias sean «burladas» o «engañadas» por la minera y el Gobierno. Destacaron la solidaridad de diversas organizaciones barriales, populares, profesionales, religiosas y sindicales que se han unido para respaldar a las comunidades en esta y otras jornadas.
Reuniones y mediación eclesiástica
El Obispado de la Diócesis de La Vega, junto con representantes de las comunidades afectadas de Zambrana, Cotuí, la Barrick y del Gobierno, ha realizado dos rondas de diálogo sin lograr una solución al conflicto. A pesar de estos esfuerzos, la situación sigue sin resolverse, lo que ha llevado a la convocatoria de esta nueva protesta.
La Iglesia católica, la Cámara de Comercio de Sánchez Ramírez y el Gobierno continúan gestionando la resolución del conflicto a través de mesas de negociación, con el objetivo de compensar adecuadamente a las comunidades afectadas por las operaciones de extracción de oro y plata en Pueblo Viejo, Cotuí.
Fuente: El Nacional