Franco Colapinto tuvo su esperado regreso a la Fórmula 1. En Imola, por el GP de Emilia-Romaña, se encontró con un desafío doble: probar su calidad y recuperarse del golpazo del sábado, cuando chocó en la clasificación y el mundo volteó a mirarlo con lupa. Después de una tarde prolija, puede decirse que fue misión cumplida.
El pibe de Alpine terminó 16°, mismo puesto desde el que largó, y podría haberse llevado algo más si la fortuna hubiera estado de su lado. Nada que reprocharse, claro está, porque el objetivo primario no era terminar en el top 10 sino, como le pidió Flavio Briatore, ser veloz y no chocar. También le dijo que se espera que sume, pero tendrá tiempo para hacerlo cuando él y el A525 se vuelvan uno. Si tiene una buena qualy, por qué no soñar con que pase en el GP de Mónaco, dentro de una semana… ¿El ganador? Max Verstappen (Red Bull), el mejor de principio a fin.
Cada carrera es un aprendizaje, sobre todo cuando se disputaron tan pocas (con la de este domingo, 10), y Franco aprendió. Seguro que hay una llama encendida, una especie de Diablito en su hombro gritándole que acelere y busque posiciones, pero él entendió que debía ser cauto, no arriesgar de más y que los Grandes Premios son largos. Entonces, en la primera vuelta, su decisión fue alejarse del peligro y no pelear de más cuando lo guapearon Esteban Ocon (Haas) y Nico Hulkenberg (Sauber). Confiando en la estrategia, perdió dos posiciones. Desafortunadamente, la suerte no lo acompañó…
Girando con neumáticos medios, el punto justo entre durabilidad y agarre, el bonaerense estiró la primera parada en boxes todo lo que pudo. El deseo era que hubiera un safety car, que obliga a los 20 autos a circular lentamente, para parar, cambiar gomas y mantener la posición. Sin embargo, no aguantó más, se detuvo en pits y seis giros después salió el virtual safety car por el abandono de Ocon. Ahí, él perdió tremendamente (quedó 19°) y los que continuaron con la apuesta salieron ganando, como es el caso de Hulkenberg, quien terminó 12°.
A partir de ahí, Colapinto vio la carrera desde el fondo. Supo mantenerse por delante de su compañero, Pierre Gasly, al que dejó pasar por decisión de su equipo (la intención era que fuera a buscar a los de adelante con gomas frescas y salió bien, puesto que finalizó 13°), y recibió el agradecimiento del francés. La vida le dio una oportunidad más, ya que Kimi Antonelli (Mercedes) sufrió una falla mecánica y originó otro safety car, pero en un circuito en el que resulta tan difícil adelantar -y que desaparecerá del calendario a partir de 2026- no tuvo mucho para hacer.
¿Conclusión? Franco hizo lo que tenía que hacer. Dadas las circunstancias, y viniéndose Montecarlo -donde los incidentes están a la orden del día-, sufrir otro percance habría sido fulminante. Este 16° puesto, con un sabor más positivo que negativo, lo deja bien parado para seguir aprendiendo del auto e ir por mejores resultados. Dentro de una semana, en el Principado del glamour, habrá más Colapinto.
Fuente: Diario Olé