Desde el intento de asesinato en su mitin en Pensilvania, Donald Trump ha manifestado una predilección particular por un gráfico de barras al que atribuye haberle salvado la vida.
Trump se dirigía a la multitud en Butler sobre la inmigración ilegal y revisaba un gráfico que detallaba los cruces fronterizos entre Estados Unidos y México durante su administración y el mandato del presidente Joe Biden. Trump tenía la cabeza girada hacia la derecha para revisar el gráfico en una pantalla de proyección cuando comenzaron los disparos. Una bala le cortó la oreja derecha.
Desde entonces, el candidato ha dicho que el hecho de la pantalla lo haya obligado a dar vuelta a la cabeza “probablemente me salvó la vida”, que ama el gráfico “más de lo que amo a la policía” y que “dormirá con ese gráfico por el resto de mi vida”. Este gráfico se ha convertido, entonces, en un elemento recurrente de la campaña y es probable que lo vuelva a mostrar cuando regrese a Butler el sábado.
El gráfico ayuda al candidato presidencial republicano a relacionar un momento decisivo de su campaña de 2024 con su tema principal desde que entró en la política. También es representativo de cómo la campaña de Trump ha abordado la inmigración, argumentando con vehemencia a favor de medidas fronterizas más duras.