El colapso del puente Juscelino Kubitschek de Oliveira en el norte de Brasil ha dejado un saldo de ocho muertos y nueve desaparecidos, tras el hallazgo de otros cuatro cuerpos en el río Tocantins.
El puente, que conecta los estados de Maranhão y Tocantins, se desplomó el pasado domingo, y aún se investigan las causas del accidente. Las operaciones de rescate se complican por las condiciones del lugar, según informaron las autoridades.
El incidente también generó preocupación por un posible desastre ambiental, ya que tres camiones que cayeron al río transportaban 22,000 litros de pesticidas y 76 toneladas de ácido sulfúrico.
Sin embargo, las cisternas permanecen intactas y el riesgo de contaminación fue calificado como bajo, según declaraciones de un portavoz de los bomberos y la Secretaría de Medio Ambiente de Maranhão.
Rescatistas y buceadores han intensificado las labores para localizar a los desaparecidos, mientras las autoridades diseñan estrategias para retirar los materiales peligrosos de manera segura. El puente, construido en los años 60 y con unos 500 metros de longitud, era una vía crucial para la región afectada.