Carlos Vives volvió a conquistar el corazón dominicano tras nueve años de ausencia con su vibrante espectáculo El Rock de mi Pueblo Vive. La magia del vallenato y el folclore colombiano resonaron en el Anfiteatro de Altos de Chavón, donde miles de fanáticos corearon sus éxitos.
Temas como La Gota Fría, Fruta Fresca y La Bicicleta marcaron una noche cargada de nostalgia, energía y conexión entre el artista y su público.
La presentación fue más que un concierto; fue un homenaje a la riqueza cultural de Colombia. Con coloridos efectos visuales, danzas y el carisma inigualable de Vives, el escenario se transformó en un viaje que celebró las raíces latinas.
Además, la emotividad de canciones como Cuando Nos Volvamos a Encontrar cerró la velada con broche de oro, dejando al público con una sensación de plenitud y alegría.
Con su inconfundible energía, Carlos Vives agradeció al público dominicano por su calurosa bienvenida, destacando el vínculo especial que ha mantenido con la isla a lo largo de su carrera.
La noche del sábado no solo fue un reencuentro esperado, sino una celebración de la música como puente entre culturas y generaciones.