Ahí anda Nazario Mercedes. Es un vecino más. Lo puede cruzar en la calle de mañana, tarde o noche. A veces se lo ve medio extraño, como perdido. Pero compra en el mismo negocio que nosotros, usa la misma agua, la misma electricidad, va al mismo hospital
La única diferencia parece que ser que fue acusado de asesinar a su pareja, Yessica Figueroa, de 32 años, en Villa Altagracia. Cuando lo prende, les confiesa a las autoridades que no la mató a ella, mejor dicho, que no la mató solo a ella sino a otras cinco mujeres en distintas localidades del país.
Mercedes fue detenido junto a Obispo Carmona Moreta, sobrino de la víctima, mientras intentaban esconder el cuerpo de Figueroa.
La investigación reveló que el historial de violencia de Mercedes se remonta al año 1995, cuando en San Pedro de Macorís fue acusado del asesinato de una mujer identificada solo como Yanet.
En 2008, también en esa ciudad, fue responsable de la muerte de Diana Carolina Lorenzo. En un tercer caso, en Hato Viejo, Rosa María Peralta fue atacada por Mercedes, aunque sobrevivió al hecho.
En 2022, en Rancho Arriba, San José de Ocoa, Mercedes asesinó a Dalmeris de los Santos, y un año después, en San Luis de Santo Domingo Este, le quitó la vida a una mujer de nacionalidad haitiana cuya identidad aún se desconoce.
La fiscal titular interina de Villa Altagracia, la magistrada Dalma Díaz González, supervisa la investigación del caso de Yessica Figueroa, que está a cargo del fiscal Javier Rodríguez.
No obstante queda una gran duda: ¿por qué siguió suelta la bestia luego del primer crimen? ¿Y luego del segundo? Y así sucesivamente. Algo está fallando.