Mónaco no fue un paraíso del Mediterráneo para el Barcelona. Un grave error de su portero, Ter Stegen (foto) lo dejó en inferioridad numérica durante 80 minutos, ya que derivó en la expulsión de Éric García.
Como si fuera poco, el elenco francés terminó derrotando al Barça por 2 a 1. El gol de Akliouche, brillante en la conducción y en la ejecución ante la pasiva defensa barcelonista, fue un golpe duro para el equipo de Flick, que se vio obligado a arriesgar.
Hasta que apareció la figura de Lamine Yamal: en pleno colapsó barcelonista, el delantero recogió un largo desplazamiento de Casadó para fabricarse un gol inesperado. El azulgrana retrocedió muchos metros peró cerró mucho mejor las líneas de pase.
Mónaco cambió en el segundo tiempo: Golovin entró por Camara. El Barça se protegía bien y encomendó el contraataque a Lamine y a Raphinha para castigar al equipo de Hutter, más solvente en ataque que en defensa.
Faltando media hora, una distracción Iñigo Martínez habilitó a Ilenikhena para que fusilara a Ter Stegen, protagonista negativo de un Barcelona que perdió el primer partido del curso. Y tenía que ser en la Champions.