La aviación israelí bombardeó instalaciones militares en varias gobernaciones de Siria, incluyendo Tartús, Latakia, Hama y Homs. Según Al Mayadeen, los ataques se dirigieron a depósitos de municiones y otras instalaciones estratégicas. También se reportaron fuertes explosiones en las zonas afectadas.
Estos bombardeos forman parte de una serie de ataques intensificados por Israel, que recientemente declaró haber alcanzado la «superioridad aérea total» en Siria, tras destruir el 86 % de los sistemas de defensa antiaérea del país.
A pesar de las incursiones, el comandante sirio Ahmed al Sharaa afirmó que Siria no buscará un conflicto directo con Israel, aunque denunció las «violaciones injustificadas» de Tel Aviv, advirtiendo sobre una posible escalada en la región.