La crisis forense en México no muestra señales de mejoría. Aún quedan cuerpos sin identificar en las morgues desde 2006, y desde entonces, el número de cadáveres no reconocidos ha alcanzado la alarmante cifra de 72,100.
Así lo revela una reciente investigación de las organizaciones no gubernamentales ‘A dónde van los desaparecidos’ y ‘Quinto Elemento Lab’, que también señala que, durante los primeros cinco años del gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2019-2023), ingresaron a las morgues 34,699 cuerpos que permanecen sin identidad.
Durante la gestión de López Obrador, se han reportado 51,791 desapariciones, sumando un total histórico de 115,000 personas sin ser encontradas en el país.
A pesar de los esfuerzos institucionales, como el Mecanismo Extraordinario de Identificación Forense, el Centro Nacional de Identificación Humana y el Banco Nacional de Datos Forenses, estos organismos no han logrado frenar la crisis ni dar respuestas a las familias que buscan a sus seres queridos.
Mientras tanto, los cadáveres sin identificar en las morgues continúan acumulándose, una cifra que podría estar directamente relacionada con los casos de desaparecidos no ubicados.
Para miles de familias, el dolor de la incertidumbre persiste, al verse obligadas a recorrer morgues, revisar fotografías de cadáveres y confrontar la posibilidad de que sus seres queridos yacen olvidados en fosas comunes o cámaras frigoríficas estatales.
Esta crisis no solo refleja un colapso institucional, sino también un drama humanitario que exige respuestas urgentes de las autoridades.