Un ataque israelí contra la escuela Al-Tabai’een en el barrio de Al-Daraj, Gaza, ha dejado más de cien muertos y decenas de heridos. La mayoría de las víctimas son niños, ya que la escuela servía como refugio para los desplazados gazatíes.
El bombardeo ocurrió durante las oraciones matutinas y ha sido calificado por la Oficina de Medios del Gobierno de Gaza como una «masacre» y un acto de genocidio y limpieza étnica.
Las fuerzas de rescate están trabajando intensamente para apagar el fuego y rescatar a los heridos y recuperar los cuerpos.
La comunidad internacional ha sido instada a condenar el ataque y presionar a Israel para detener lo que han llamado «el crimen de genocidio y limpieza étnica contra civiles».
La situación en Gaza se agrava con cada ataque, aumentando la desesperación y el sufrimiento de su población.
En respuesta, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) justificaron el ataque alegando que militantes de Hamás utilizaban la escuela como escondite para planear atentados contra personal militar israelí.
A pesar del alto número de víctimas, las FDI afirmaron que tomaron medidas para minimizar las bajas civiles, incluyendo el uso de municiones precisas y vigilancia aérea.
La tensión y el conflicto en la región continúan escalando, con ocho escuelas destruidas en dos semanas por el ejército israelí.