Un ataque aéreo israelí en al-Mawasi, Gaza, cobró la vida de dos niños que se refugiaban en una tienda junto con su madre y su hermano, quienes resultaron heridos.
Este hecho subraya la creciente violencia en la región, donde incluso las llamadas “zonas seguras” se han convertido en escenarios de tragedia para las familias palestinas. Funcionarios del Hospital Nasser confirmaron que las víctimas estaban entre los miles de desplazados que buscan resguardo en medio del conflicto.
Mientras tanto, la UNRWA ha decidido suspender temporalmente la entrega de ayuda humanitaria a través del cruce de Karem Abu Salem, un paso clave entre Israel y Gaza, debido a las preocupaciones de seguridad.
Esta suspensión agrava aún más la crisis humanitaria, ya que las comunidades más vulnerables enfrentan la escasez de alimentos, agua y medicinas esenciales en un territorio que ha visto al menos 100 muertes en un solo día debido a los bombardeos.
En paralelo, las tensiones internacionales aumentan con esfuerzos renovados por parte de Hamás y mediadores egipcios para establecer un alto el fuego. Sin embargo, las cifras de muertos y heridos en Gaza, que superan las 44,000 víctimas fatales desde el inicio del conflicto en octubre de 2023, pintan un panorama sombrío.
Los ataques contra el campo de refugiados de Jabalia y las reiteradas violaciones del alto el fuego en el Líbano añaden más incertidumbre a una región devastada por la guerra.