Agustín Delgado: el uruguayo que jugó al fútbol en RD y hoy creó una empresa de IA y marketing digital e-commerce

República Dominicana es uno de los países más paradisíacos del mundo, con playas y paisajes encantadores, y si bien ha sufrido cambios obligados por la modernidad y la globalización, aún conserva muchas de sus tradiciones.

Según diferentes sitios de internet, esta nación se destaca por tener una de las poblaciones “más amables”, ya que “desprenden pasión” y ofrecen una hospitalidad al visitante pocas veces vista. Todo esto, y mucho más, lo describió el protagonista de la historia de hoy, Agustín Delgado.

Agustín, maragato él, tuvo el gran privilegio de jugar en el fútbol dominicano, pero su historia comenzó a los tres años, cuando arrancó jugando en Río Negro de San José. Hizo formativas en ese club y, en medio de esa etapa, realizó “una prueba para una academia de Estados Unidos”, pero no viajó debido a la visa.

A los 16 años llegó a Wanderers y, además, estuvo entrenando un tiempo en Estudiantes de La Plata. Si bien no debutó oficialmente en el Bohemio, tuvo actividad en partidos amistosos.

Su etapa en Wanderers se cerró en 2020, cuando su representante de ese momento le envió material suyo al entrenador del Moca FC de República Dominicana, a quien le gustó lo que vio del arquero maragato.

Viajó junto al también uruguayo Maximiliano Rao, pero tras realizar la pretemporada, empezó la pandemia del covid-19: “Se paró todo, pero me quedé allá y entrenamos por Zoom. Se terminó jugando un campeonato corto a fin de año”, contó en diálogo con FútbolUy.

“Mi experiencia fue buena, no me puedo quejar. Nos recortaron la mitad del sueldo, pero igualmente no nos faltó nada. La pasamos bien”, dijo, y añadió: “En octubre volví a Uruguay, pero el club decidió renovarme y jugué todo el año [en 2021]”.

En República Dominicana, “el fútbol no es el deporte principal”, pero la liga profesional, que empezó en 2015, “va en ascenso”.

“Cuando fui ya estaban con canchas lindas y los refuerzos extranjeros que iban habían jugado en primeras divisiones de Colombia o Uruguay. Es equivalente a Segunda o Tercera División de Uruguay”, comparó.

En cuanto al nivel competitivo, destacó: “Estaba un escalón por debajo de Uruguay, sobre todo en cómo lo vivían, pero me encontré con un club con una hinchada grande, la más grande de Dominicana”.

En ese país se encontró “con una cultura nueva y una vida completamente distinta”.

Moca es una ciudad “muy apasionada por el fútbol” y los dominicanos son “medio locos [en el buen sentido]”. “Salís a la calle y hay música, la gente se divierte y es feliz”, indicó.

“Tema playas y turistas, hermoso, soñado. Pero en la ciudad la luz se iba y pasábamos tres o cuatro horas sin luz, y el tema de la organización, como trámites de hospitales, Uruguay está años luz”, apuntó.

Nuevas aventuras

Tras un buen año en Moca, cambió de club en 2022 y recaló en Sportivo Iteño, de la Segunda División de Paraguay.

“La experiencia fue distinta porque no pude firmar para el torneo inicial y tuve que remarla de atrás porque había cuatro goleros”, mencionó, y destacó que tuvo “cerca” a varios uruguayos, lo cual fue “importante”.

“Si bien en organización lo vi un escalón por debajo, el nivel era más o menos parecido al de la Segunda de Uruguay”, señaló.

Durante 2023 estuvo “dos o tres meses” en Rocha FC, hasta que le llegó una propuesta para jugar en el Don Benito de España, que estaba en la Segunda RFEF, la cuarta categoría.

Lo llevó una empresa y se dio por intermedio del entrenador que tuvo en su primer año en República Dominicana. “Cuando estaba en el aeropuerto no podía creer que había llegado al fútbol de allá”, relató.

“Hicimos la pretemporada en un centro de alto rendimiento, que era donde entrenaban deportistas olímpicos. Una locura todo lo que teníamos para entrenar, fue la mejor experiencia de mi vida; tuve compañeros que habían jugado en Barcelona, en Betis. Entrenábamos doble y triple horario, teníamos todo”, recordó.

El club era “bastante familiero” y estaba en un pueblo de la provincia de Badajoz.

Luego de firmar el contrato, comenzó a tramitar los papeles de la estadía en el país, y fue ahí cuando comenzaron los problemas.

“Empecé a hacer el visado de estudiante, pero no me salió porque me faltaba un papel. En paralelo empecé a tramitar el pasaporte español, pero no me salieron los papeles. No me quedó otra que rescindir el contrato con el club y volverme a los tres meses”, contó.

“Al no tener los papeles para vivir en el país, no me podían inscribir en el campeonato. No era una opción quedarme de ilegal”, dijo, y agregó: “Me vine triste, porque por un factor externo a mí no pude quedarme”.

Fue en ese momento cuando decidió retomar la facultad, la cual había dejado en 2020 cuando se fue a República Dominicana; le quedaban “un par de materias”. Pese a haber dejado, siguió realizando cursos por internet.

En ese momento, tuvo llamadas para jugar en San José y en la C, “pero no consideraba que era el momento y, además, quería meterle el foco a esto [el estudio]”. “Tuve chances del exterior, que era lo que me llamaba la atención, que no se terminaron de concretar”, siguió.

Un empresario

“Cuando volví de España, terminé las cuatro materias que me quedaban, me recibí, hice un máster en inteligencia artificial, un curso en administración de empresas, formación en marketing digital e-commerce y más de inteligencia artificial”, contó.

Después de recibirse como analista de comercio exterior en la Universidad ORT, tuvo “varios trabajos en el rubro” y luego formó su empresa “de servicios de IA con unos socios”. “Arranqué a trabajar a fines del año pasado en una empresa del exterior y después formé mi empresa; estoy trabajando con unos amigos [Solvo.uy] y para otra de México [ASPE.AI]”, agregó.

Agustín contó lo que hace en la empresa mexicana en la que está: “Me junto con los negocios, entiendo los objetivos, los analizo y los implemento”. Además, ahora arrancó “el segundo máster, más enfocado al desarrollo, más técnico”.

Por otra parte, con la empresa que tiene con sus amigos hace “implementaciones de inteligencia artificial”: “Agarramos un proceso, que ahora se hace manual, e intentamos automatizarlo con inteligencia artificial”, explicó.

Y ahondó en la función: “Agentes de inteligencia artificial para atención al cliente, como entrenar a ChatGPT con los datos de tu negocio y que conteste a tus clientes para cuando te lo programe. Por ejemplo, para una clínica dental, podés entrenarlo para que atienda tu WhatsApp y, cuando los clientes quieran agendar, busque la disponibilidad, agende y mande un recordatorio”.

Con respecto a una posible implementación de su trabajo al fútbol, indicó: “Si bien la parte que estoy haciendo es más dedicada a empresas y procesos, hay muchas aplicaciones. Se puede aplicar en todos los campos y, sin darnos cuenta, va a terminar afectando a todos los sectores”.

“No me he metido en profundidad porque no me ha dado el tiempo, pero la idea mía es ir metiéndome para juntar mis dos pasiones”, continuó.

Ante la consulta de si seguiría trabajando de lo mismo a la vez del fútbol, aseguró: “Ya no me lo cuestiono. Si vuelvo a jugar [no lo hace desde 2024], voy a seguir con esto, porque es importante tener esta solidez. Lo bueno de esto es que me permite ciertas libertades, porque trabajo desde mi casa”.

Le “quedó la espina” de jugar en España y por eso ahora, que está próximo a obtener el pasaporte de aquel país, podría volver a jugar: “Tuve contacto con la empresa que me llevó y la idea es que, cuando me salga, ir”.

“Pero como me va tan bien en la otra parte y he ido cumpliendo objetivos, no sé qué pueda llegar a pasar el año que viene, porque quiero darle prioridad a este otro proyecto que me hace feliz”, siguió.

Estudiar mientras jugás “es muy importante”. “En su momento solo pensaba en el fútbol, pero hay que entender que es un camino corto y que después hay toda una vida por delante. Y aunque seas exitoso, también es muy importante para saber manejar el dinero y tomar las decisiones correctas”, dijo.

Agustín afirmó que recomienda a los futbolistas uruguayos ir a los destinos en los que estuvo, pero que se “asesoren con jugadores que hayan estado y que sean conscientes de en qué condiciones van”.

“A todos los jugadores les recomendaría que siempre se formen en otra cosa para tener la cabeza ocupada. Hay mucho tiempo muerto que podés aprovechar que te va no solo a ayudar para formarte para el futuro, sino también para sacar la cabeza del fútbol”, concluyó.

Fuente: Montevideo.com

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