Argentina ha intensificado su lucha contra las apuestas ilegales en un esfuerzo por frenar el crecimiento de la ludopatía, especialmente entre los adolescentes.
Esta semana, el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) anunció el bloqueo de más de 1.000 sitios web de apuestas clandestinas.
Según Darío Genua, secretario de Innovación, Ciencia y Tecnología, estas plataformas ilegales fomentan la adicción al juego en jóvenes, un problema cada vez más preocupante en el país.
Las estadísticas muestran que el 12 % de los argentinos de entre 15 y 24 años ha apostado en línea en algún momento de su vida, mientras que el 40 % de la población total participa en apuestas, principalmente deportivas.
Este tipo de apuestas ha ganado una gran visibilidad, con alrededor del 30 % de los equipos de primera división del fútbol argentino patrocinados por empresas del sector.
Las publicidades de estas compañías están presentes en camisetas y en los estadios, normalizando el acceso al juego.
Expertos como Lisandro Bregant advierten que las campañas publicitarias de las casas de apuestas están diseñadas para evitar que se hable de apuestas y se las presente como juegos inofensivos.
Estas estrategias aprovechan la «aversión al riesgo» natural de las personas y ofrecen incentivos, como recompensas y bonificaciones, para atraer a los usuarios, especialmente a los más jóvenes.