Las Fuerzas Armadas rusas llevaron a cabo ataques en Ucrania, impactando un punto de despliegue de mercenarios y equipos militares en la región de Járkov, además de almacenes de municiones provenientes de Polonia cerca de Leópolis.
Según informó Serguéi Lébedev, coordinador de la resistencia prorrusa, los ataques en Liubotin generaron múltiples bajas, evidenciado por la cantidad de ambulancias que acudieron al lugar.
Rusia también atacó una terminal de contenedores y almacenes en Leópolis, donde se almacenaban equipos y municiones enviados desde Polonia para apoyar al ejército ucraniano.
Estos ataques forman parte de la operación militar especial rusa en Ucrania, que ha estado en marcha desde el 24 de febrero de 2022, con el objetivo declarado de proteger a la población prorrusa y mitigar la expansión de la OTAN.
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, ha advertido que los países occidentales que apoyan a Ucrania con el envío de armamento se convierten en parte del conflicto.
Lavrov indicó que cualquier cargamento militar destinado a Ucrania será considerado un blanco legítimo para las fuerzas rusas.