Al menos 30 ciudades del estado de Sao Paulo, Brasil, están en alerta máxima debido a los 2.300 incendios forestales registrados entre el jueves y el viernes, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE).
Las llamas han provocado la muerte de dos personas y el cierre de carreteras en varias zonas.
Localidades como Pitangueiras, Altinópolis y Sertaozinho están entre las más afectadas. El clima seco y el calor extremo han exacerbado la situación, llevando al gobierno estatal a crear una oficina de crisis para gestionar la emergencia.
La calidad del aire se ha deteriorado significativamente en la región debido al humo y la contaminación.
El Gobierno advirtió que el clima seco y las ráfagas de viento intensifican el riesgo de que el fuego se propague rápidamente, afectando grandes áreas de vegetación natural. Las autoridades se mantendrán en alerta durante el fin de semana para vigilar de cerca la evolución de la situación y responder de manera inmediata a cualquier nuevo brote de incendios.