La gonorrea, una enfermedad de transmisión sexual, está mostrando una alarmante resistencia a los antibióticos, lo que podría llevar a que se vuelva incurable en el futuro.
Según un reporte de The Guardian, la Organización Mundial de la Salud (OMS) registró 82.4 millones de nuevos casos a nivel mundial en 2020, y en 2023, el Reino Unido reportó 85,000 casos, el nivel más alto desde 1918.
La mayoría de los afectados son jóvenes heterosexuales de entre 20 y 30 años, quienes contrajeron cepas resistentes en el extranjero.
El aumento de casos resistentes a la ceftriaxona, el principal antibiótico usado para tratar la gonorrea, preocupa a los expertos.
La doctora Helen Fifer, microbióloga de la Agencia de Seguridad Sanitaria de Reino Unido, advirtió que la gonorrea no tratada puede llevar a graves problemas de salud, como enfermedad inflamatoria pélvica e infertilidad.
El Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades también destacó que la resistencia a los medicamentos podría comprometer la eficacia de los tratamientos actuales.
Para enfrentar este desafío de salud pública, los expertos recomiendan el uso de preservativos como la mejor defensa y hacerse pruebas de detección si se han tenido relaciones sexuales sin protección con una nueva pareja.
Sin nuevas opciones terapéuticas disponibles, la situación podría empeorar, haciendo urgente la necesidad de desarrollar tratamientos efectivos contra las cepas resistentes.