Los Juegos Olímpicos y su habilidad para ahuyentar a las deportistas: boxeadora trans derrotó a una mujer en segundos

Por Néstor Saavedra

Los Juegos Olímpicos de París no dejan de asombrarme por su capacidad de disgustar a una enorme parte de la población. Como si no pudieran, no supieran (o, peor aún, no quisieran), en lugar de caminar por el medio del sendero, prefieren tomar extremos y nadar en el mundo infeliz de la polémica.

La boxeadora argelina Imane Khelif, biológicamente XY (masculino), peleó contra la italiana Angela Carini, biológicamente XX (femenino). El encuentro duró apenas 46 segundos. De manera abrupta, Carini, luego de recibir un fuerte derechazo en la cara, gritó: “Mi ha fatto malissimo (me hizo muy mal)” y abandonó.

“No es justo para el mundo del deporte permitir competir a una persona que se autoidentifica como mujer, pero que biológicamente tiene una carga genética de hombre. Aunque Imane Khelif se percibe y es una mujer, su cuerpo y sus reacciones son las de un hombre, lo que le otorga ventajas significativas en disciplinas que demandan fuerza y resistencia, como el boxeo.

Las diferencias biológicas entre hombres y mujeres han sido objeto de debate en el mundo del deporte, especialmente en disciplinas que demandan fuerza, velocidad y resistencia. Algunos de los aspectos clave incluyen:

1. Testosterona y fuerza muscular:

•Los hombres, en promedio, tienen niveles más altos de testosterona que las mujeres, lo que puede contribuir a mayores niveles de masa muscular y fuerza. Esto se traduce en ventajas en deportes que requieren potencia física.

2. Capacidad cardiovascular y respiratoria:

•Los hombres tienden a tener un mayor tamaño de corazón y volumen pulmonar, lo que puede aumentar su capacidad para transportar oxígeno durante el ejercicio intenso, mejorando así la resistencia.

3. Distribución de la grasa corporal:

•Las mujeres suelen tener un porcentaje mayor de grasa corporal que los hombres, lo cual puede influir en su rendimiento en ciertos deportes, aunque también proporciona ventajas en otros, como la natación de larga distancia, debido a la flotabilidad adicional.

4. Densidad ósea:

•Los hombres generalmente tienen huesos más densos, lo que puede reducir el riesgo de fracturas y mejorar el rendimiento en deportes de alto impacto.

5. Hormonas y ciclo menstrual:

•Las fluctuaciones hormonales durante el ciclo menstrual pueden afectar el rendimiento de las mujeres, influyendo en factores como la energía, la fuerza y la coordinación.

En ese sentido, creo que esto no aumenta la inclusión, sino que genera una sensación antideportiva que las Olimpiadas no deberían tener. Es esencial que las competencias sean justas para todos los atletas.”

Agrego, después de dialogar con autoridades de distintos deportes olímpicos en la Argentina: lo único que se logra es ahuyentar a las mujeres que, de antemano, saben que van a perder frente a una rival transgénero. O se crea una categoría Trans o, si a las trans esto le desagrada o lo ven discriminatorio, se crea una categoría Libre, donde participen trans, varones o mujeres, a su gusto. Pero, inmediatamente, en Juegos Olímpicos y en toda competencia deben eliminar la participación de trans en categoría de mujeres porque ya ha habido numerosos casos de deportistas que eligen retirarse en lugar de someterse a una derrota biológica y en el resultado.

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