El presidente de Irán, Masoud Pezeshkian, ha prometido vengar el asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniya, quien murió en un ataque a su residencia en Teherán.
Pezeshkian declaró que Irán hará que los «terroristas ocupantes» se arrepientan de su acción, y lamentó la pérdida de Haniya, a quien describió como un compañero constante y honorable en el camino de la resistencia palestina.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Hoseiní Jameneí, también prometió un severo castigo a Israel, calificando al régimen israelí de «criminal y terrorista».
Jameneí afirmó que Irán tiene el derecho de «buscar la sangre» de los responsables y subrayó que tomar venganza es un deber tras el asesinato ocurrido dentro de las fronteras de Irán.
Los Cuerpos de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán denunciaron el ataque y Hamás confirmó la muerte de Haniya, acusando a Israel de perpetrar la «traicionera incursión sionista».
El analista internacional Yusuf Fernández sugiere que tanto Israel como EE.UU. podrían estar detrás del asesinato.