El flamante ministro de Desregulación y Modernización del Estado, Federico Sturzenegger, prepara la eliminación o reforma de unos 60 organismos públicos. Los pocos ejemplos que dejaron trascender desde la Casa Rosada son el Instituto Nacional de Juventudes (INJUVE), que depende del Ministerio de Capital Humano bajo la órbita de Sandra Pettovello; el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI), que funciona en la Jefatura de Gabinete de Guillermo Francos y donde acababan de nombrar al exfuncionario de Mauricio Macri, Claudio Avruj; y el Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), que depende de la cartera de Justicia que conduce Mariano Cúneo Libarona. Pero se calcula que serán unas 60 entidades, de mayor o menor magnitud.
El Poder Ejecutivo ya había anunciado el cierre del INADI en febrero, como parte de una política “integral” de “desmantelamiento de diferentes institutos” que son “grandes cajas de la política o simplemente lugares para generar empleo militante”, según dijo en ese momento el vocero Manuel Adorni.
Los organismos que están en el organigrama del Estado y que se sospecha que pueden ser eliminados o modificados son: el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES); el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA); el Instituto Nacional de la Música (INAMU); el Instituto Nacional del Teatro (INT); la Casa Patria Grande Presidente Néstor Kirchner; el Instituto Nacional J. D. Perón, de Estudios e Investigaciones Históricas, Sociales y Políticas -y la Agencia Nacional de Discapacidad (ANDIS).
El fin principal es recortar presupuesto, aunque probablemente deban gastar millones en indemnizaciones por despidos o en retiros voluntarios. “El problema no es la cantidad de empleados, sino tener a esos empleados creando impedimentos desde la estructura”, decía ayer un importante asesor del Presidente en la Casa Rosada.