Singapur ha dado luz verde al consumo humano de 16 especies de insectos, incluidas especies como grillos, saltamontes y gusanos, en una medida que refuerza la tendencia global hacia los insectos como una fuente sostenible de alimentos.
La Agencia de Alimentos de Singapur anunció el lunes, en una circular dirigida a comerciantes de alimentos procesados, que la importación de insectos y productos de insectos pertenecientes a especies evaluadas para el consumo humano o como pienso animal está permitida con efecto inmediato.
Entre las especies aprobadas se encuentran el grillo común, el saltamontes migrante africano, el gusano de seda, la larva del escarabajo rinoceronte gigante y la abeja europea. Esta decisión sigue a una consulta pública realizada en 2022 y al desarrollo de un marco regulatorio iniciado el año pasado para abrir este mercado.
Singapur, conocido por estar a la vanguardia del uso de tecnología en la industria alimentaria, destaca la creciente industria de insectos para consumo humano como «un nuevo alimento» en la moderna ciudad-Estado. La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) reconoce más de 1.600 especies de insectos comestibles como el «alimento del futuro» debido a sus propiedades nutritivas, ya que son ricos en proteínas, vitaminas y otros micronutrientes.
Según la FAO, la entomofagia, o consumo de insectos, es practicada en 112 países de Asia, Europa, África, América y Oceanía. La Unión Europea y países como Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Tailandia permiten el consumo de ciertas especies de insectos que cumplen con varios requisitos nutricionales.