El campamento más alto de la montaña más alta del mundo está lleno de basura. De acuerdo con un sherpa que dirigió un equipo que trabajó para limpiarla y desenterrar cadáveres congelados durante años cerca de la cima del Monte Everest, el aseo total demandará años porque aún restarían unas 40 a 50 toneladas de mugre.
El equipo de soldados y sherpas financiado por el gobierno de Nepal retiró 11 toneladas de residuos, cuatro cadáveres y un esqueleto del Everest durante la temporada de escalada de este año.
“La basura que quedó allí eran en su mayoría tiendas de campaña viejas, algunos envases de alimentos y cartuchos de gas, botellas de oxígeno, paquetes de tiendas de campaña y cuerdas utilizadas para escalar y atar las tiendas de campaña”, dijo, y agregó que la basura está en capas y congelada a la altitud de 8.000 metros en el campamento de South Col.
En los últimos años, la exigencia gubernamental de que los escaladores devuelvan la basura o pierdan sus depósitos, junto con una mayor concienciación entre los escaladores sobre el medio ambiente, han reducido significativamente la cantidad de basura que se deja atrás. Sin embargo, ese no era el caso en décadas anteriores.
De las 11 toneladas de basura retiradas, tres toneladas de elementos descomponibles se llevaron a pueblos cercanos a la base del Everest y las ocho restantes fueron transportadas por porteadores y yaks y luego trasladadas en camiones a Katmandú, donde se clasificaron para su reciclaje en una instalación operada por Agni Ventures, una agencia que gestiona los residuos reciclables.