La Justicia estadounidense dictó sentencia en el caso del expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández (JOH): 45 años de prisión y cinco más de libertad vigilada, por narcotráfico. El reo fue declarado culpable de tres cargos de tráfico de drogas y de armas el pasado 8 de marzo por un jurado estadounidense y recién este 26 de junio se conoció la sentencia.
Aunque la Fiscalía solicitaba al tribunal de Nueva York una pena de cadena perpetua, esta no fue otorgada explícitamente a Hernández, pero, cuando cumpla su condena, tendrá 100 años, ya que el otrora político tiene actualmente 55 años.
La defensa de Hernández buscaba la condena mínima que prevé la ley, de 10 años, por narcotráfico y 30 años, por traficar armas, para quien fue presidente del país centroamericano entre 2014 y 2012, castigo no tan distante de la pena confirmada este miércoles.