La presidenta hondureña, Xiomara Castro, anunció el viernes una serie de «acciones radicales» como parte de un plan de solución contra el crimen organizado.
La mandataria resaltó las medidas en cadena nacional, luego de reunirse con los miembros del Consejo de Seguridad, integrado por los tres poderes del Estado, la Fiscalía, las Fuerzas Armadas, la Policía Nacional y la Policía Militar de Orden Público.
El plan, que comprende una decisiva reforma del Código Penal, indica que las fuerzas de seguridad deben de forma inmediata planificar y ejecutar intervenciones en todos los municipios del paísidentificados con mayor incidencia en crímenes de sicariato, narcotráfico, extorsión, secuestro, tráfico de armas, asociación ilícita y lavado de activos relacionado con estos delitos.
Asimismo, se ha declarado una «situación de emergencia» en materia de seguridad que ordena construir de inmediato un Centro de Reclusión de Emergencia, con capacidad para 20.000 reclusos en una zona despoblada, entre los departamentos de Olancho y Gracias a Dios.
Las autoridades hondureñas también ordenaron la captura inmediata de autores intelectuales identificados, líderes y miembros de maras, estructuras criminales, narcotraficantes y extraditables.
Asimismo, han ordenado «establecer el control y recuperar el orden en los espacios físicos tomados por estructuras criminales en colonias y barrios de las zonas que representan mayor incidencia criminal».