El papa Francisco «nunca tuvo la intención de ofender o expresarse en términos homofóbicos», aseguró este martes el director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, Matteo Bruni, refiriéndose a los informes de un comentario despectivo que usó en relación con los homosexuales durante una conversación a puerta cerrada con obispos.
Durante la asamblea general de la Conferencia Episcopal Italiana, celebrada la semana pasada en el Vaticano, el sumo pontífice señaló que había «demasiada mariconería en los seminarios».
En este sentido, Bruni expresó a la prensa disculpas en nombre de Francisco, recordando que este ha reiterado en varias ocasiones que «en la Iglesia hay sitio para todos».
En dicha reunión, el máximo líder del catolicismo utilizó la palabra coloquial ‘frociaggine’, que en italiano deriva de ‘frocio’, término que se traduce como ‘maricón’. Al respecto, algunos obispos explicaron que su comentario fue recibido con risas de incredulidad, más que con vergüenza, y que quizás el papa no fue consciente de lo que decía porque el italiano no es su lengua materna.