Wang Wei, embajador de la República Popular China en la Argentina, suele acompañar los anuncios de COSCO Shipping en la Argentina, más en línea con el mensaje de largo plazo, de planificación, de apoyo y acompañamiento del Estado chino a sus corporaciones, que con el estricto protocolo diplomático con el que suele confundirse las intervenciones de los funcionarios de Estado en los actos de las empresas del sector privado.
Es común pensar que todo queda en la diplomacia cunado los discursos hablan de “cooperación”, “amistad” y “asociación estratégica”. La realidad, demostrada con los 30 años de presencia ininterrumpida de COSCO en este caso, es que no se trata sólo de celebrar la trayectoria de una naviera global con presencia local, sino de subrayar que estamos ante una pieza de una arquitectura política, económica y logística que Beijing concibe en términos de largo plazo en toda la región.
Wang destacó el carácter pionero de COSCO Shipping (desde sus épocas de China Ocean Shipping Company, antes de fusionarse con China Shipping Lines, en 2016) en el transporte marítimo entre China y la Argentina, como un actor que ha acompañado de manera sostenida el crecimiento del comercio bilateral durante tres décadas.
“COSCO se convirtió en un puente vital que conecta a China con la Argentina y el mundo”, señaló. Esa continuidad se la asocia explícitamente con los principios de “cooperación y beneficios compartidos”, que aquí se proyectaron desde la retórica diplomática al terreno de la logística y el comercio exterior.
Estructural
Su discurso reforzó “la idea” central: la relación bilateral entre China y Argentina es estructural. China es el segundo socio comercial del país, el principal destino de las exportaciones agroindustriales argentinas y una fuente relevante de inversión en el país, así como proveedor excluyente de bienes de capital y tecnología. En ese marco, COSCO aparece como vector que sostiene esa relación en el terreno operativo, garantizando conectividad, previsibilidad y capacidad logística.
Hay, además, una lectura geopolítica implícita. El embajador destacó la “resiliencia” del vínculo bilateral y su “inmenso potencial” en un contexto internacional marcado por tensiones, disrupciones en las cadenas de suministro y reconfiguraciones del comercio global.
Poder superior
La logística y el comercio, en definitiva, tiene un poder superior al de la volatilidad política y del péndulo económico. No es un servicio neutro, sino un activo estratégico: quien asegura flujos estables de comercio, asegura también presencia continua. Y estabilidad.
Sutilmente, Wang fusionó los conceptos propios de una empresa que presta servicios “estables y eficientes” con la “estabilidad de la cadena de suministro” como un bien público bilateral. Donde COSCO habla de redes integradas, la diplomacia introduce la noción de integración logística, comercial y tecnológica como base para el desarrollo futuro.
Largo plazo
China concibe su relación con la Argentina —y el rol de empresas como COSCO— en clave de largo plazo. En un país acostumbrado a ciclos cortos y cambios regulares de reglas, ese contraste no sólo es conocido, sino que sigue siendo relevante.
Por eso el aniversario de COSCO Shipping Argentina recuerda (y resignifica) este ensamble de economías complementarias, y se inscribe en el marco de una estrategia más amplia donde la logística es política exterior, el comercio es diplomacia aplicada y el mar es un espacio central de desarrollo. Como lo enseña la historia.
Fuente: Trade News