La aviación dominicana atraviesa un proceso de transformación sin precedentes. En apenas cinco años, la República Dominicana ha pasado de operar 878 rutas aéreas en 2020 a 1,096 en 2025, consolidándose como el segundo país con mayor conectividad aérea de América Latina. Este salto refleja una estrategia nacional que combina inversión, apertura comercial y visión de largo plazo.
Bajo el programa de “Cielos Abiertos”, el país ha impulsado la expansión de aerolíneas, rutas y tráfico de carga, convirtiéndose en un referente regional en transporte y comercio internacional. Tanto el sector público como el privado han desempeñado un papel clave en esta evolución, apostando por la modernización del sistema aeroportuario y la diversificación de la oferta aérea.
En 2025, 365 aerolíneas operan en territorio dominicano (de las cuales 13 son nacionales, más del doble que en 2020), un crecimiento que fortalece la competitividad del país y estimula el turismo, los negocios y la logística. Este desarrollo no solo refleja cifras en aumento, sino también un cambio estructural en la manera en que el país se conecta con el mundo.
Infraestructura moderna y expansión aeroportuaria
La infraestructura aeroportuaria ha acompañado el crecimiento con una serie de inversiones estratégicas en construcción, modernización y ampliación de terminales. Aeropuertos como Santo Domingo, Puerto Plata y el Cibao experimentan renovaciones profundas, mientras que nuevos proyectos como Cabo Rojo y El Granero del Sur refuerzan la red de aeródromos domésticos.
El objetivo del Gobierno dominicano es claro: posicionar al país como un hub regional del Caribe, capaz de atender el creciente flujo de pasajeros y mercancías que conectan América del Norte, el Caribe y América del Sur.
Además, la aviación de carga ha ganado un papel protagónico. Con alianzas estratégicas junto a operadores globales como Amazon Air, la República Dominicana se integra como un nodo logístico esencial en las cadenas de suministro del continente americano. Este rol no solo incrementa la actividad económica, sino que también promueve inversiones complementarias en transporte terrestre, tecnología y servicios logísticos.
Innovación, tecnología y sostenibilidad en el aire
El crecimiento del sector aéreo dominicano no sería posible sin una apuesta decidida por la tecnología y la modernización regulatoria. La renovación de radares, sistemas de navegación y plataformas digitales para pasajeros ha mejorado la eficiencia operativa y la experiencia de los usuarios. Asimismo, las certificaciones internacionales obtenidas por las autoridades aeronáuticas reafirman el compromiso con la seguridad y la transparencia.
Estos avances tecnológicos, sumados a una gestión pública más ágil, fortalecen la confianza de inversionistas y aerolíneas internacionales, abriendo la puerta a nuevas rutas y alianzas. La República Dominicana se proyecta como un país competitivo, confiable y sostenible, donde la conectividad aérea se convierte en un motor clave para la economía del futuro.
Más allá del turismo, el transporte aéreo dominicano impulsa el desarrollo de sectores estratégicos como la logística, el comercio exterior y la innovación tecnológica. La visión de largo plazo del Gobierno y del sector privado apunta a diversificar la economía, fortaleciendo al país como un centro regional de intercambio y crecimiento.
Un futuro de altura para la aviación dominicana
El fortalecimiento de la conectividad aérea representa mucho más que un logro de infraestructura: es la materialización de una estrategia nacional que combina competitividad, sostenibilidad e integración regional. Con cada nueva ruta y cada aeropuerto modernizado, la República Dominicana consolida su papel como el centro de conexión del Caribe.
De cara al futuro, el país mira más allá del turismo. Su expansión aérea es también un símbolo de transformación económica, donde la innovación tecnológica, la colaboración público-privada y la planificación estratégica se conjugan para sostener un crecimiento sólido y sostenible.
En definitiva, la República Dominicana no solo despega hacia nuevos destinos, sino que redefine su posición en el mapa global del transporte aéreo, convirtiéndose en un referente regional en conectividad, comercio y desarrollo logístico.
Fuente: Mercado