Hay trayectorias que no se explican solo con palabras: se sienten. Historias que, como los buenos merengues, laten con el corazón de un pueblo que resiste, canta y nunca olvida de dónde viene.
“El Negrito del Batey” no fue solo un éxito musical; fue un espejo cultural. Una identidad hecha melodía. Y así como ese merengue cruzó fronteras, también lo ha hecho la historia de Adán Peguero, un hijo del barrio que desde San Luis hasta Los Mina se ha ganado, a fuerza de lucha, el respeto «aunque no siempre el reconocimiento justo» de todo Santo Domingo Este.
Adán no nació en cuna de privilegios. Nació con el estigma de dos “faltas” que aún pesan más de lo que deberían: ser negro y ser pobre. Pero lo que para muchos era motivo de vergüenza, él lo convirtió en su estandarte:
“Tengo la piel de esclavo, lo cual no soy ni seré, resistente a los latigazos.”
Peguero es mucho más que un dirigente político. Es un sobreviviente de la calumnia. Un líder de las bases que ha sido víctima de conspiraciones, de falsas campañas, de silencios cómplices y traiciones disfrazadas de lealtad.
Y aun así, sigue firme.
No porque le falten razones para rendirse, sino porque le sobran motivos para no hacerlo.
Dicen que fue el “huevero” pelando para que otros coman. Que fue útil hasta que se convirtió en amenaza. Que lo usaron, lo silenciaron, y cuando no pudieron destruirlo, intentaron borrarlo.
Pero su historia está tatuada en la conciencia popular.
Hoy, la base del #PRM y hasta voces de su dirigencia media coinciden: “Con Adán Peguero se abusó”.
¿Y él? No responde con odio, responde con perdón.
Como lo hacía PeñaGómez. Como lo hacen los verdaderos líderes: con el alma limpia y la frente en alto.
La política no necesita más figuras fabricadas. Necesita referentes humanos, con errores, sí, pero también con la coherencia y el valor de no vender su verdad.
Hoy, Adán sigue caminando. No lo hace para congraciarse con los poderosos, sino para servir a los suyos. No lo mueve el rencor, sino la responsabilidad de abrir camino donde a él intentaron cerrárselo…
Fuente: Darwin Feliz en Ig