El mundo que conocimos en el siglo XX, regido por el comercio de bienes tangibles, ha dado paso a una nueva era. Como he expuesto en mis publicaciones, la Revolución Industrial y Globalización 4.0 está redefiniendo el valor económico. Hoy, el activo más valioso no es el producto físico, sino el intangible que lo acompaña: el software, los datos, el diseño y los servicios profesionales. Esta transición, apalancada en tecnologías como la Inteligencia Artificial (IA), el Big Data, el Internet de las Cosas (IoT), la Realidad Virtual (VR), la Digitalización y la Ciberseguridad, exige una transformación de todos los eslabones de la cadena logística. Y, de manera crítica, obliga a las aduanas a evolucionar, incluso con tecnologías de código abierto como Blockchain.
La aduana, un espejo de la evolución económica
Históricamente, la aduana fue diseñada para la Globalización 2.0, enfocada en la fiscalización de grandes volúmenes de mercancías físicas. Sin embargo, en la era de la «economía del clic», donde un servicio se exporta en segundos y un software cruza fronteras sin un contenedor, la aduana tradicional se vuelve obsoleta.
Es aquí donde el futuro de las aduanas emerge como un eslabón crítico. Ya no se trata solo de controlar una caja, sino de gestionar el flujo de información, minimizar los riesgos y acelerar los procesos en un entorno hiperconectado.
De la inspección al análisis predictivo: el poder del macrodato y la IA
Países como China están a la vanguardia de esta transformación. Su inversión en más de 260 puertos automatizados y la integración de Inteligencia Artificial en su sistema aduanero es una muestra del camino que seguir. La clave no es revisar más, sino analizar mejor.
Macrodato (Big Data) para el Perfilamiento de Riesgos: La aduana digital no necesita inspeccionar el 100% de la carga. En su lugar, utiliza el macrodato para analizar millones de transacciones, identificando patrones, anomalías y comportamientos fraudulentos con una precisión sin precedentes. Esto permite un análisis de riesgo predictivo, focalizando los recursos humanos y tecnológicos en los envíos de mayor riesgo, tal como lo hace la CBP de Estados Unidos.
IA para la Eficiencia Operativa: La IA puede automatizar la clasificación arancelaria de productos, cotejar documentos de forma instantánea y facilitar el despacho aduanero. El caso de Singapur y su sistema TradeNet es un ejemplo de cómo una plataforma integrada, con un análisis de datos avanzado, minimiza los tiempos de trámite y elimina los cuellos de botella burocráticos.
Blockchain para la Transparencia y Trazabilidad: La tecnología de cadena de bloques ofrece una solución a la necesidad de confianza en la cadena de suministro. Al crear un registro inmutable y descentralizado de cada transacción, desde el origen hasta el destino, se garantiza la autenticidad y la trazabilidad del producto. La aduana puede verificar la información de un envío en tiempo real, reduciendo la burocracia y la posibilidad de fraude.
Digitalización y Realidad Virtual: La digitalización de documentos a través de plataformas de ventanilla única es el primer paso. La Realidad Virtual (VR), por su parte, podría usarse en el futuro para la inspección remota de contenedores o para la capacitación de los agentes aduaneros en entornos simulados de alto riesgo, mejorando la seguridad y la eficiencia.
El rol de China y el desafío para los BRICS
La iniciativa de China de colaborar con la OMA y proyectar su modelo a otros países BRICS no es casualidad. Representa una visión estratégica para estandarizar y digitalizar el comercio global, lo que, a su vez, solidifica su posición como potencia económica. Para los países de la región, el desafío no es copiar el modelo, sino adaptarlo y aprovechar las oportunidades que ofrece. (Es importante mencionar que, aunque Argentina fue invitada a unirse al bloque, el actual gobierno rechazó la integración, por lo que el país no forma parte de este grupo de cooperación.)
La Aduana 4.0 en América Latina y Argentina
América Latina avanza, aunque a un ritmo heterogéneo, en la adopción de estas tecnologías. Países como Chile, con su «Operador Económico Autorizado» digital, y México, con el uso de sistemas de análisis de riesgo, están dando pasos importantes.
En República Dominicana, desde mayo del año pasado, la Dirección General de Aduanas (DGA) utiliza herramientas como la inteligencia artificial (IA), en sus procesos administrativos internos, a través de Microsoft Office 365 – CoPilot.
En aquel entonces, el director de la institución, Yayo Sanz Lovatón, comentó que “tenemos que cada vez más reducir la discrecionalidad de nuestros operarios, y de la única manera que podemos mejorar eso es a través de una trazabilidad informática, que cada botón, cada decisión, autorización tenga un registro informático”.
Pocos meses después la DGA obtuvo el primer lugar en los premios Latam Digital 2024, en la categoría “Mejor Solución en Servicios Públicos Digitales”, por la cantidad de servicios y las mejoras que ha implementado a la plataforma Ventanilla Única de Comercio Exterior (VUCE), a través de la cual facilitó y agilizó los trámites requeridos para los procesos de importación y exportación.
En mayo de 2025, DGA fue galardonada por sus avances en ciberseguridad, innovación institucional y respuesta ante escenarios de vulnerabilidad tecnológica, entre otras razones por una campaña interna de concienciación sobre ciberamenazas, el proyecto Mobile Device Management (MDM) para controlar la seguridad de los dispositivos móviles institucionales, la implementación de FortiAuthenticador (sistema robusto para la autenticación segura de usuarios en la red institucional), la instalación de 46 nuevos firewalls (UTM) en localidades remotas, el despliegue de Microsoft Defender for Identity para detección de amenazas en entornos Active Directory y el uso de bodycams en aforadores de los puertos de Haina y Caucedo.
En agosto de 2025, DGA y Aerodom inauguraron un nuevo centro de procesamiento de paquetería para couriers en el principal aeropuerto del país (Aeropuerto Internacional de las Américas, en Santo Domingo). Con diferentes aplicaciones tecnológicas, como los rayos X de última generación, esta ampliación ya permite despachar más de cuatro millones de paquetes adicionales por año.
En Argentina, la modernización aduanera es un proceso continuo. La implementación del SIM (Sistema Integrado Malvinas) y, más recientemente, la digitalización de varios trámites, son pasos fundamentales. Sin embargo, el desafío actual es integrar estas tecnologías para pasar de la simple digitalización a la automatización y el análisis predictivo. El trabajo en conjunto entre el sector público y el privado, y la inversión en capital humano, será crucial para aprovechar el potencial de la IA, el Big Data y Blockchain, y así posicionar al país en la Aduana del futuro.
Conclusión: la Aduana 4.0 como impulsor de competitividad
La cuarta revolución industrial ha llegado a la frontera, y la aduana es su nuevo campo de acción. La transformación digital no es un lujo, sino una necesidad imperante para que las economías se mantengan competitivas. Al abrazar la IA, el Big Data, Blockchain y la digitalización, las aduanas no solo se volverán más eficientes en su rol fiscalizador, sino que se convertirán en un verdadero impulsor de la competitividad de las empresas, facilitando el flujo del comercio global de bienes tangibles y, sobre todo, de los valiosos intangibles que definen nuestra era.
La aduana del futuro no se mide por metros cúbicos, sino por algoritmos, interoperabilidad y talento institucional.
La Aduana 4.0 no será solo tecnológica: será también política, pedagógica y estratégica. Requiere visión, decisión y articulación real entre Estado, empresas y academia.
Argentina enfrenta un doble desafío: modernizar sus sistemas sin perder soberanía operativa, y formar profesionales capaces de dialogar con tecnologías emergentes sin perder criterio normativo.
La digitalización parcial del SIM, los avances en fiscalización electrónica y los intentos de articulación con ARCA, SENASA y otros organismos muestran voluntad, pero aún falta visión sistémica.
Transformar la aduana es transformar el comercio. Y transformar el comercio es transformar el país.
Adaptado de: Magíster Héctor Gustavo Fadda (Aduana News)