La incertidumbre en torno a las políticas comerciales se ha vuelto un factor más desestabilizador para las cadenas de suministro internacionales que los aranceles mismos.
Así lo advierte el último Global Trade Update de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD).
El informe señala que los cambios imprevistos en las reglas del comercio obligan a las empresas a mantener inventarios más grandes; y también a reorganizar sus cadenas de suministro y asumir costos adicionales. Estas medidas generan un efecto en cascada: disminución de eficiencia, aumento de costos operativos y freno a las inversiones de largo plazo en tecnología, infraestructura y capacitación de personal.
Las pequeñas y medianas empresas (PYMES) son las más afectadas, debido a su menor capacidad financiera para sostener inventarios altos o rediseñar contratos internacionales en plazos cortos. En particular, los países en desarrollo enfrentan desafíos mayores: contratos de exportación más cortos, acceso limitado a crédito, infraestructura logística insuficiente y poca capacidad para adaptarse rápidamente a cambios regulatorios.
Volatilidad
La volatilidad también altera los modos de transporte. Ante expectativas de subas arancelarias, muchas empresas aceleraron envíos por vía aérea (“front-loading”) generando un incremento del 10% en el volumen de cargas aéreas en el primer trimestre de 2025. Esta opción resultó menos viable para países con menor desarrollo logístico, lo que acentuó su desventaja competitiva.
La UNCTAD recomienda estrategias de diversificación de mercados y proveedores, participación en acuerdos comerciales claros, avisos anticipados de cambios normativos y mayor coordinación internacional para reducir riesgos. Países como China muestran que diversificar destinos de exportación ayuda a mantener la estabilidad del comercio exterior frente a shocks externos.
En conclusión, la logística global enfrenta un escenario cada vez más complejo. La falta de previsibilidad aumenta costos de transporte, limita inversiones en infraestructura y genera distorsiones en la distribución internacional de bienes. Reforzar la resiliencia de las cadenas de suministro será clave para empresas y países que buscan mantener competitividad en este contexto.
Fuente: Todo Logística