La popular tiktoker dominicana @toxicaliz27, conocida en redes como “la dominicana más cubana”, compartió recientemente con sus seguidores una anécdota vivida en Cuba durante un viaje anterior a la isla. En un video estilo story time, Lizzy relató con humor y sorpresa un par de situaciones que la dejaron desconcertada durante su paso por Varadero.
“Esto le pasó a la dominicana más cubana de TikTok”, dijo al comenzar el video. La influencer explicó que, debido a sus raíces familiares —sus bisabuelos eran cubanos— muchas personas suelen asumir que es local. Aseguró se siente profundamente conectada con la cultura de la isla y orgullosa de sus orígenes cubanos, aunque en esta ocasión percibió actitudes que no esperaba y cree que se debieron precisamente a que pensaron que era cubana.
Según narró, fue a cenar con un grupo de amigos cubanos a una terraza en Varadero y, tras pedir un mojito, el camarero le respondió informándole el precio antes de tomarle el pedido. “Yo no te estoy preguntando el precio, yo te estoy diciendo que me lo traigas”, recordó Lizzy, visiblemente incómoda por el tono de la respuesta. Aunque finalmente le sirvieron la bebida, la situación y la actitud del camarero la dejó “en shock”.
A pesar del mal momento, la influencer decidió mantener una actitud positiva y tuvo un gesto amable con el trabajador. “Cuando voy a Cuba, quiero dar buena propina porque sé que la gente no gana bien y quiero aportar”, explicó. Por ello, dejó una propina de 25 dólares, aunque sintió que el agradecimiento fue distante y poco sincero.
Al día siguiente, vivió otro momento incómodo cuando intentó entrar con sus amigas a un conocido bar de la zona. Aunque el personal de seguridad les había informado que el lugar cerraba a medianoche, al regresar les negaron la entrada, alegando que ya no estaban recibiendo más clientes. “Nos dijeron que no querían más gente, pero vimos cómo otras personas sí entraban”, contó Lizzy. Aunque le resultó incómodo, prefirió continuar su noche en otro sitio.
En todo momento, la tiktoker fue clara al subrayar que su intención no era criticar a Cuba ni generalizar: “Amo Cuba y me encanta su gente”, afirmó. También comparó la experiencia con situaciones similares en su natal República Dominicana, donde —según comentó— en ocasiones se prioriza al visitante extranjero sobre el local. Su testimonio generó múltiples reacciones, como la de un usuario que comentó: “A esa misma discriminación se enfrentan los cubanos de a pie cada día en los sitios que la dictadura tiene reservados para el turismo”.
Fuente: Ciber Cuba