En el día de ayer, Dubai se vio anegada por una serie de aguaceros y sumergida en una inundación provocada por el equivalente a dos años de lluvia. Las inundaciones de los últimos días han causado al menos 18 muertos en la vecina Omán.
Dubai, ciudad emiratí de varios millones de habitantes situada a orillas del Golfo Pérsico, a unos 800 km al sureste de Kuwait, se encuentra en una región árida, a pesar de la abundante humedad, dada su proximidad al bochornoso Golfo Pérsico. Solo llueve una media de unos pocos centímetros al año.
Las primeras lluvias del martes, provocadas por una potente zona de baja presión y aire frío, cayeron antes del amanecer y se prolongaron durante todo el día. Al menos 15 centímetros habían caído oficialmente en Dubai hasta la noche, según las observaciones del aeropuerto.
Ese día llovió entre 18 y 24 meses
Gran parte de la ciudad quedó con agua estancada que afectó a viviendas y comercios, gracias a las precipitaciones extremas que sumaron varios centímetros en un corto periodo de tiempo, dejándola sin apenas lugar a donde ir en la zona llana, pavimentada y abrasada por el sol. Los aguaceros fueron acompañados de frecuentes relámpagos, y cada nueva tormenta llevaba más agua a lugares ya saturados.
Además, se registraron desprendimientos de tierra y derrumbes de carreteras, y en algunos lugares llovió más de 20 cm, según informaron los medios de comunicación locales. Los servicios de autobús y las líneas de metro sufrieron retrasos. El teletrabajo y el aprendizaje a distancia se han ampliado hasta este miércoles debido a los problemas de desplazamiento.