Israel confirmó por primera vez su implicación en el asesinato del líder de Hamás, Ismail Haniya, ocurrido en julio en Irán.
El ministro de Defensa, Israel Katz, hizo la revelación durante un acto público, asegurando que las Fuerzas de Defensa de Israel continuarán golpeando a quienes representen una amenaza para el país. Katz también mencionó la eliminación de otros líderes de Hamás y Hezbolá en Gaza, Líbano y Teherán.
La declaración se produce en un contexto de tensiones regionales, marcadas por enfrentamientos entre Israel y los hutíes de Yemen. Los hutíes, que han lanzado ataques contra Israel, aseguran estar preparados para una guerra prolongada mientras demandan el cese de las agresiones en Gaza.
Katz advirtió que Israel atacará la infraestructura estratégica y el liderazgo hutí con la misma contundencia con la que eliminó a Haniya.
El primer ministro Benjamín Netanyahu reforzó las advertencias de su ministro de Defensa, afirmando que cualquier ataque contra Israel será respondido con dureza.
Mientras tanto, el portavoz hutí Yahya Saree reiteró la disposición de sus combatientes para continuar la lucha. Este conflicto subraya el incremento de la inestabilidad en Oriente Medio y la firme postura de Israel contra sus adversarios.