Después de 12 años de cierre, Turquía reabrió este sábado su embajada en Damasco, Siria, marcando un paso significativo hacia la normalización de las relaciones entre ambos países.
La bandera turca fue izada nuevamente sobre la sede diplomática, cerrada desde 2012 debido al conflicto con el gobierno de Bashar al-Assad en el contexto de la guerra civil siria.
El embajador turco en Mauritania, Burhan Koroglu, ha sido designado como encargado de negocios en la misión de Damasco, en un movimiento que refleja el interés de Ankara por restablecer vínculos diplomáticos con Siria.
Este avance se produce tras varios meses de negociaciones y esfuerzos de mediación respaldados por aliados regionales e internacionales.
La reapertura de la embajada representa un cambio importante en la política exterior de Turquía hacia Siria, país con el que mantuvo relaciones tensas por más de una década.
La decisión busca fortalecer el diálogo político y la cooperación en áreas clave, como la estabilidad regional y el retorno seguro de refugiados.