El gobierno de Javier Milei en Argentina ha prohibido el «culto a la personalidad política» en los edificios y oficinas del Estado a través del decreto 1084/2024. Esta medida prohíbe la exhibición de imágenes, símbolos o cualquier referencia personal o a movimientos políticos en los espacios públicos, argumentando que esta práctica había sido abusada para promover la imagen de funcionarios y agrupaciones políticas.
El gobierno considera que la propaganda institucional se había desvirtuado, convirtiéndose en actos de proselitismo político en lugar de difundir información de interés público.
Este decreto se enmarca en una serie de acciones del gobierno de Milei para remover símbolos políticos del espacio público, como el reciente retiro de un mural de Eva Perón del Ministerio de Desarrollo Social y de un busto de Néstor Kirchner en la ANSES.
Además, la vicepresidenta Victoria Villarruel también ha ordenado la remoción de otro busto de Kirchner en el Senado. Estas decisiones reflejan un intento de distanciarse de la propaganda política de administraciones anteriores, en especial del kirchnerismo.
La medida ha generado controversia, ya que algunos críticos consideran que la eliminación de estos símbolos podría tener implicaciones políticas, mientras que el gobierno de Milei sostiene que busca evitar el uso indebido de recursos públicos en proselitismo político y restaurar la imparcialidad en las instituciones estatales.