El presidente electo de EE.UU., Donald Trump, realizó su primer viaje internacional tras su victoria electoral y se reunió con el presidente francés, Emmanuel Macron, en París.
Durante el encuentro en el Palacio del Elíseo, protagonizaron un apretón de manos prolongado y enérgico que fue interpretado por seguidores de Trump como un gesto para «dominar» a Macron.
El peculiar apretón de manos desató comentarios en redes sociales y medios conservadores de EE.UU., donde lo consideraron una muestra de fuerza e intimidación deliberada.
Usuarios en plataformas como X y figuras como Miranda Devine celebraron el gesto como una señal del regreso de Trump a la escena internacional.
Este episodio recuerda encuentros anteriores entre ambos líderes, marcados por apretones de manos tensos. La reunión generó gran expectativa por ser el primer acercamiento de Trump con un líder europeo tras su elección, mientras la prensa destacó la tensión simbólica en sus gestos.