Un informe citado por The Financial Times advierte que el Reino Unido no podría sostenerse más de unas pocas semanas en una guerra europea de alta intensidad.
Las Fuerzas Armadas británicas carecen de las capacidades básicas como masa, resistencia y coherencia interna necesarias para un conflicto prolongado. Además, su infraestructura crítica es vulnerable debido a la falta de un sistema efectivo de defensa antimisiles.
El análisis estratégico encargado por el primer ministro Keir Starmer destaca que el Ejército británico se encuentra en su tamaño más reducido desde las guerras napoleónicas, la Armada no cuenta con una fuerza de ataque adecuada para sus portaaviones, y la Fuerza Aérea enfrenta restricciones presupuestarias que limitan el entrenamiento de sus pilotos.
También señala que el gasto en armamento nuclear no compensa la falta de inversión en drones y tecnologías digitales esenciales en conflictos modernos como el de Ucrania.
La posible vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca y su intención de negociar con Vladimir Putin son vistas como una amenaza para la seguridad europea y la OTAN.
Dado que esta alianza es clave para la defensa británica, la falta de apoyo pone en duda la estrategia militar del Reino Unido, según el análisis.
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