En Constanza, La Vega, las cosas pueden tornarse más graves. Muchos locales han quedado indignados, luego de que se enteraran que un ciudadano haitiano había herido, mútiples veces con un machete, a una mujer de esa demarcación.
Como suele suceder cuando no se confía en la policía, habitantes de esta zona atacaron a los haitianos quemando sus pertenencias. Estos se marchan de las plantaciones, pero seguramente volverán o enviarán connaciones a tomar venganza. En algunos testimonios que se viralizaron en redes sociales se ve la casa de la víctima, ensangrentada por la agresión sufrida, y un delincuente que entra a la vivienda sacando el arma.
Ana Judith Reyes recibió varios machetazos de manos de un haitiano conocido como “El Chino” en la comunidad Palero Abajo (El Mimero), supuestamente porque ella no quiso fiarle unas horas antes.
La dama fue intervenida quirúrgicamente en el hospital traumatólogico Juan Bosch de La Vega y su cuadro es estable ha informado la familia.
El problema se recrudecerá en la medida en que solo se deporten haitianos ilegales de determinadas zonas, porque esta acción modera el accionar pero no va a la raíz del problema, que es mucho más profunda y requiere de actores de toda la comunidad, más allá de fuerzas del orden.
En Constanza se habla de que los comunitarios incendiaron seis casuchas habitadas por haitianos ilegales. ¿Y las fuerzas de seguridad no saben de su existencia? Cualquier respuesta a esta pregunta habla de sus falencias: si no, saben, es inaudito que quienes deben cuidar a los dominicanos ignoren algo que está a la vista; si saben, ¿pues por qué toleran el delito? ¿Están esperando una guerra civil? Pues ya ha empezado y puede tener alcances mucho más amplios.